viernes, 13 de agosto de 2010

Querido Amigo Dios



Querido Amigo Dios:


Antes que nada deseo de todo corazón que estés bien, supongo que es muy complicado llevar al mundo, mejor dicho el universo, tampoco es eso. Lo correcto seria decir tú que llevas la vida.


Ya se que nosotros los hombres hacemos que todo sea peor, quizás algún día todo cambie, yo he cambiado. Gracias a ella volví a ti.


Una noche hablamos tu y yo, bueno hable yo… pero estoy seguro que tu escuchabas y creo que quedamos como amigos, así que,….


Dios, ahora que somos amigos te escribo, quiero contarte cosas y no voy hablarte de las enfermedades que nos azotan, ni del terrorismo, ni siquiera de si alguna vez seremos mejores, solo quiero que sepas cosas y tú me entenderás, eres el creador de todo, tú hiciste a la mujer,


Y ella es la mujer porque vivo, si falta seguramente moriré.


Pues mi querido amigo Dios debes saber que….


Vivo pero no se vivir sin ella, me pregunta a donde la llevaría me dice que si al cielo y me hace sonreír, no la llevaría arriba contigo haría que el cielo retumbara cuando pudiera tocarla, sentirla, cubriría su pecho con mis besos y cada rincón de su cuerpo ser descubierto con mis labios.


Me gustaría sentirla tibia, húmeda y que esa conjunción de su cuerpo con el mió termine siendo solo uno, que pueda conocer como tiemblo al sentirla pegada a mi.


Dios debo decirle, y que sepa que me gustaría poder saber que ese gesto suyo es de mujer enamorada y pasional, que yo pueda entrar en ella y que ella me recibiera, que también entrara en mí.


Recorrerla de arriba abajo, tocarla, saber que es real y que es parte de mí y no digo del corazón puesto que mi corazón es suyo si no del alma, ya que como tu sabrás mejor que yo el alma lo es todo.


Querido Dios


Me despido por el momento enviándote un saludo y pidiéndote que me tiendas tu mano en esto para que este sueño dure por siempre.


Poder conocerle fue y aun lo es un sueño de un hombre, un simple hombre enamorado el día que deje de sentir esto ese día estaré muerto.


Atentamente me despido por el momento con un abrazo


Héctor Palitto


PD: No se me ha olvidado que te debo una promesa ya hablaremos, aunque creo que volveré hablar yo y tú a escucharme seguramente.




Señor mio, Dios mio....
...Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayudame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes
inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás. No me dejes caer en el orgullo si trunfo, ni en la
desesperación si fracaso. Mas bien, recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enseñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor.. si yo me olvido de tí, nunca te olvides de mi!

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